Pobladores de cuatro distritos del cantón de La Cruz fueron atendidos durante emergencia por huracán Otto



·         Viceministra de Agricultura y Ganadería, Ivannia Quesada, lideró contingente de aproximadamente 250 funcionarios, de unas 15 entidades, para  atención de primer impacto.
·         Entregados 4066 diarios, a un total de 1936 familias afectadas, para garantizarles seguridad alimentaria.
En el cantón guanacasteco de La Cruz, 51 comunidades de cuatro distritos, a saber, La Cruz, Santa Elena, Santa Cecilia y La Garita, resultaron afectadas por el paso del huracán Otto, siendo Santa Cecilia la que más daños sufrió, por tratarse de una región montañosa que corre paralela a la línea fronteriza con Nicaragua, y dada su vulnerabilidad social,  ya que es una zona económicamente deprimida, donde la mayoría de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza.

En esas comunidades, la actividad productiva es primordialmente agropecuaria de auto consumo, con cultivos de frijol, maíz, tiquizque, plátano y arroz, y la cría de animales de especies menores como gallinas, cerdos y, en algunos casos, reses. “Por eso, quizás la mayor afectación para la población, es precisamente la pérdida de sus cosechas, ya que de ellas depende su fuente de alimentación y requerirán apoyo del Estado durante el tiempo necesario para que sus cultivos vuelvan a ser productivos”, declaró la Viceministra de Agricultura y Ganadería, Ivannia Quesada, a quien el Presidente Luis Guillermo Solís, encargó la coordinación general para la atención de la emergencia en esa zona.

Por esa razón, se definieron como acciones prioritarias para la atención de los afectados el acceso a alimentos y agua potable, la recuperación de caminos que fueron obstruidos, la reanudación del servicio de electricidad, y el aseguramiento de la atención médica a los pobladores que la necesitaran.

En total, se han entregado 4066 diarios a un total de 1936 familias afectadas. A cada familia se le han hecho entrega de diarios en 2 ocasiones a lo largo de la semana posterior al Huracán, con el apoyo de un grupo importante de funcionarios y vehículos del MAG, Fuerza Pública, Bomberos, Policía de Fronteras, INTA, SFE, Ministerio de Salud, SINAC y el gobierno local.

De las 30 comunidades que quedaron sin suministro de agua potable, a 13 de ellas les fue restablecido el servicio y las otras poblaciones están siendo abastecidas con agua embotellada y en algunas se colocaron tanques de abastecimiento.

En cuanto al servicio de electricidad, el ICE reportó que prácticamente fue restaurado en todo el cantón de Santa Cecilia, cuya población fue la más afectada por el corte del fluido eléctrico.

En total, la Viceministra contó con un contingente de aproximadamente 250 funcionarios de unas 15  instituciones estatales para atender la situación de emergencia en La Cruz, entre ellas, del MAG, Senasa, Ministerio de Salud, PANI, Ministerio de Educación, Bomberos, UNED, Cruz Roja, IMAS, Fuerza Pública, Policía de Fronteras, Dirección General de Extranjería, ICE, MOPT, entre otros.

Como medida preventiva ante el paso de Otto, en la región se habilitaron cinco centros para albergar  un total de 1489 personas, de las cuales 1034 fueron migrantes extra continentales.  Desde el 25 de noviembre no hay ningún albergue operando en el cantón.

Acciones para la recuperación:
Según la Viceministra Quesada Villalobos, la experiencia tras el paso del huracán Otto, deja también muchas oportunidades de mejora, en procura de superar las condiciones de estas poblaciones rurales que las hacen mantenerse en niveles mínimos de desarrollo.

Dentro de las acciones identificadas en procura de mejorar las condiciones de las familias de La Cruz, se mencionan un programa para dotarlas de animales productivos,  de especies menores, por medio de SENASA, así como de semillas para sus  cultivos, a través de las instituciones del Sector Agropecuario; desarrollar proyectos agroproductivos por medio del MAG y del INDER; ejecutar un proyecto de letrinización, a través del Ministerio de Salud y establecer ASADAS con el apoyo del AYA, para construir acueductos en las comunidades que nunca han tenido acceso al agua potable. 

Se deben también mejorar los caminos vecinales, especialmente aquellos que faciliten la labor de los cuerpos de emergencia para acceder a las comunidades y de los cuerpos policiales para patrullar esta zona que colinda con la frontera.

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