Buenas prácticas agrícolas en fincas ganaderas contribuyen con el medio ambiente

Si los productores realizan buenas prácticas agrícolas, utilizan pastos mejorados, cercas vivas, siembran árboles dispersos en la finca y además mantienen los bosquetes en regeneración natural y dan aporte de carbono al suelo por el incremento de materia orgánica,  estarán dando un gran tributo al medio ambiente y contribuyendo con el agua, la biodiversidad y el cambio climático.
Así lo dio a conocer el investigador del Instituto de Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Sergio Abarca Monge, quién también aseguró,  que con estas                                                      prácticas denominadas servicios eco-sistémicos o beneficios ambientales,  no solamente se contribuye con el medio ambiente, sino que es una manera de seguir produciendo dinamismo económico en las comunidades rurales por la captura de dióxido de carbono. Eso se ve reflejado en la provisión de alimentos, agua y reducción de  la vulnerabilidad de eventos metereológicos extremos.
Abarca Monge reiteró que se ha observado que las fincas ganaderas bien manejadas producen servicios ambientales de calidad, como por ejemplo, agua limpia y fresca, captura y retención de CO2, hábitat para la flora y fauna, belleza escénica y  seguridad alimentaria, entre otros.
“Desde el punto de vista socioeconómico la actividad ganadera es un agente de distribución de riqueza en las comunidades rurales, conserva  tradiciones, genera apego al trabajo y une a la familia rural”, comentó el investigador.
Finalmente insistió en que los servicios ecos-sistemáticos permiten  la descontaminación del aire, la conservación de la biodiversidad, evita la erosión o desertificación de los suelos y el ataque de plagas en seres vivos,  entre otros.


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